Conócenos

Vinos procedentes de suelos calcáreos de albariza elaborados de forma artesanal. Mínima intervención, levaduras indígenas y poco sulfuroso. Creo que la mínima intervención va de la mano de la máxima atención desde el viñedo a la botella.

El anhelo de regresar a Andalucía, mi hogar, tras más de una década fuera, venía impulsado por una ilusión que se ha hecho realidad con el proyecto de Agrícola Calcárea.

En los años pasados en el extranjero he tenido la oportunidad de probar algunos de los mejores vinos del mundo y la suerte de poder vinificar en distintas zonas, aprendiendo de grandes maestros fuera de España, lo cual me ha dado una experiencia muy valiosa y una forma de ver las cosas diferente, pero ya era tiempo de volver.

Los suelos calcáreos de Albariza, este clima Atlántico con una brisa marina que acaricia la tierra, el sol tan único que tenemos en La Costa de la Luz y los poderosos más de tres mil años de historia y tradición vitivinícola

Este proyecto tiene que ver con volver a las raíces, no sólo en cuanto regresar a mi tierra, sino en cuanto al aprendizaje de la mayetería tradicional y de la elaboración de vino usando técnicas tradicionales mezclándolas con técnicas más modernas aprendidas en mis viajes.

A la hora de establecerme me decidí por Sanlúcar de Barrameda. Los motivos no sólo responden a cuestiones medioambientales idóneas como los suelos calcáreos de Albariza, este clima Atlántico con una brisa marina que acaricia la tierra, el sol tan único que tenemos en La Costa de la Luz y los poderosos más de tres mil años de historia y tradición vitivinícola.

Existen otras razones que tienen que ver con el corazón, la idiosincrasia de sus gentes, el sentir del pueblo de este trocito de Andalucía, costumbres, tradiciones, gastronomía y ése no sé qué que hace que Sanlúcar de Barrameda sea tan especial.